viernes, 11 de julio de 2008

Humor Amarillo

Hoy hemos subido los más de mil metros de altura que hay hasta llegar a la Gran Muralla en este teleférico.

Arriba, una pasada. Nos hemos dado una caminata de narices.
Escaleras pa arriba...

Escaleras pa abajo...

Pero somos monjes shaolines y no hay dolor.

Como hay gente pa to, este chino subia la muralla saltando los escalones con los pies juntos.

La bajada ha sido otra cosa. Dos opciones: o bajar el precipicio en un telesilla con los pies colgando y unas medidas de seguridad como poco inquietantes o en un tobogan a toda ostia y con el vacio en ambos lados. Como sufro de vértigo, si me hubiesen dado como tercera opción clavarme astillas ardiendo debajo de las uñas la hubiese elegido, sin duda. Pero como no, entre Guatemala y Guatepeor, pues el tobogán. Aqui, Gorka el valiente...

En el cartel de las instrucciones lo ponia muy clarito: En caso de lluvia, no se puede bajar, DANGER, DANGER!!!!. Pues como iba a mi ritmo, la ultima, en medio del descenso se ha puesto a diluviar. Un chino con un walki talkie y dando gritos (A Guaaaaaa, apeiiiiiiichhhhhhh) ha salido en mitad del abismo, se ha puesto delante de mi y me ha tenido que bajar a toda ostia en medio de la tromba de agua. Juro que nunca habia pasado tanto miedo, menudo kamikaze el colega. El de delante es el chino. La de detrás soy yo. Sin comentarios. Parecemos sacados de Humor Amarillo. Pa habernos matao.

Las incomodidades de la fama

Como aquí los exóticos somos nosotros, cada dos por tres nos para alguien para que nos hagamos una foto con ellos. Cada uno tiene su público... De momento gano yo, seis yogurines contra cinco aspirantes a Miss Cuenca.

Pollo con cacahuetes

Gracias a Andrea Rodes,corresponsal de Publico en Pekin, hemos descubierto el oasis culinario en la capital china: Un restaurante cojonudo que abre a todas horas y donde ya hemos ido tres veces a comer pollo con cacahuetes.

Un baño de comunismo

Mao embalsamado, el parlamento chino, comida en un restaurante ruso... eso es lo que vimos ayer por la mañana...

Los chinos se hacían miles de fotos delante de sus símbolos...


...y los no chinos también.