Xie xie!
El viaje llega a su fin para uno de nosotros. Nos abandona Gorka, en unas horas, camino de Bélgica. A Susana y a mí nos queda un día más, por aquello de que las tarifas aéreas eran bastante más baratas en lunes. Estamos agotados, yo particularmente no puedo dar un paso más. Ha sido un viaje muy muy divertido, pero no hemos parado de caminar todos los días. En esta última jornada en común hemos terminado en una calle así de asquerosa, junto a una más comercial que estaba cerrada, arreglándola a toda marcha se supone que para los Juegos Olímpicos.
Y hemos caminado y caminado, atravesándo autopistas en un día muy caluroso y soleado, algo rarísimo en Pekín, siempre cubierta por la contaminación (el efecto de la lluvia de ayer y el viento hicieron el milagro se ve...)
Después de coger dos taxis (el primero no ha debido entendernos bien) y de preguntar a una familia muy simpática (padre, madre e hijo que sabía inglés) hemos logrado llegar al mercado de la seda. Un sitio donde los vendedores te asaltan para venderte cualquier cosa. Empiezan siempre por un precio diez veces mayor que el real. Digno de ver, pero por una vez... no he sacado la cámara, así que no tengo nada que enseñar.
Ah, y por la mañana hemos estado en el museo chino de historia militar, un sitio propagandista donde, como siempre pasa con estos lugares, lo mejor está en observar a los chinos y su actitud ante los símbolos comunistas.
Nada más, que el viaje ha dado mucho de sí, más de lo que nos ha dado tiempo a contar. A la vuelta a España... un resumen fotográfico, que hemos hecho más de 5.000 fotos entre los tres. ¡¡Me voy a dormir!!
A Gorka y Susana... que ha sido un placer. Xie xie! (gracias!)