miércoles, 9 de julio de 2008

Vigilando Tiananmen

Gorka, un ingeniero "muy prometedor"... y cómo su futura esposa china se volvió loca


...la excursión de ayer fue la Ciudad Prohibida. Para alcanzarla había que pasar cerquita del retrato de Mao, venerado por los miles de chinos que se apelotonaban para fotografiarse. Una vez pasado el edificio y justo antes del megapalacio imperial, había unos chavalillos vestidos de verde haciendo "taichi"...


...pero nosotros, chicos de paz, pasamos adelante y empezamos a mezclarnos con el pueblo llano. Primero Gorka, ligó con esta china. Se acercó a nosotros, y en un correctísimo inglés nos preguntó de dónde éramos. Y nosotros... "de Sipaña". Justo después quería saber nuestras profesiones. Y ahí fue donde Gorka triunfó. Mientras Susana y yo éramos dos aburridos periodistas occidentales, nuestro gran líder Gorka era un "muy prometedor" ingeniero. Esa fue la palabra que dijo la china, que se volvió medio loca y pasó inmediatamente de nuestro culo periodístico.


Quizá toda la educación primaria y secundaria de Pekín se debió acercar ayer a la Ciudad Prohibida, porque había miles de niños ruidosos y simpáticos que debieron pensar que éramos una especie de marcianos en su planeta interestelar. Ni sé cuántas fotos nos hicimos con ellos. Fue divertidísimo.



Ah... la Ciudad Prohibida. Majestuosa, e interminable...



...tan interminable que nos sentamos varias veces y yo me dediqué a fotografiar a la gente...



...o a nosotros mismos.


Aquí Susana con el juego que más triunfaba ayer...


...y Gorka, nuestro gran líder, en una de sus pocas equivocaciones como guía. Susana y yo tomamos otro camino hacia el hotel y tuvimos que esperarle un minutillo...