En Xi'an, lluvia y flipe por igual
Ya estamos en Xi'an. Otra llegada a una ciudad china con lluvia, como en Hong Kong. El vuelo ha ido bien y hoy hemos tenido un día bastante tranquilo en Shanghai. Nos hemos despedido de Zigor y Ni Su. Muchas muchas gracias por su hospitalidad.
Más historias de taxistas, seguro que si me viniera a vivir a China dejaría de sorprenderme, pero todavía flipo. Hemos salido de la terminal y en los cinco minutos que hemos tardado en subirnos al taxi nos han asaltado otros tres "taxistas".
Primero, un señor con pinta muy rara, y sonrisa desagradablemente agradable (vamos, que tenía los piños de asco pero ha pretendido ser majo), me ha preguntado ¿Taxi?. Respuesta, no.
Segundo, Susana ha preguntado a una china que esperaba a algún Mr. Chino, y en inglés perfecto (es muy muy raro encontrar a alguien que hable bien inglés, una quimera lo del castellano) nos ha explicado dónde estaba la cola. Otra china nos ha visto despistados, se ha acercado a la china traductora y le ha dicho:
-Anchiiiii peeee gua!! (Diles a estos turistas que se vengan conmigo que les voy a pegar el palo, y vamos a medias con las ganancias, te parece?)
Nada, también le hemos dicho que no.
Tercero. Llovía a mares, y los taxis no están a cubierto. Un chino taxista (este sí lo parecía pero era muy de noche y no estaba seguro) ha salido corriendo con un paraguas. "I'm a taxi driver" (Soy un taxista). Y me queria coger la maleta. Le he vuelto a decir que no.
Y cuarto y último. Hemos llegado a la cola y por supuesto allí no coges el primero... sino el que te gusta. He visto el coche que tenía mejor pinta, con un conductor que no me ha dado la plasta, y para arriba.
Esta vez teníamos la dirección en chino. Ha ayudado, pero tampoco ha sido definitivo. El taxista ha llamado a un colega que sabía inglés de Harvardcete, y ya se ha enterado cómo llegar...
170 yuanes ha costado el viaje de unos 45 minutos, o sea, 17 euros. De camino pues hemos intuido el Tercer Mundo, la otra China. Como siempre el caos. Suciedad, gente que camina sin dirección, carromatos de la Revolución de 1949, basura en las calles, mierda mucha mierda. Y en un peaje, cuatro policías pegando unas cuantas hostias (es la palabra más adecuada lo juro) a dos tíos. No me pidáis una explicación, pero ha parecido que aquí no se andan con contemplaciones.
Ya estamos en Xi'an. Y felices. Luego contamos nuestro día interesante en Shanghai.
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